El impacto de la pandemia
El sector de la construcción, rehabilitación y reurbanización de viviendas, al igual que otros sectores, se ha visto afectado por el impacto de la pandemia. La COVID-19 ha causado estragos en la economía española, y la construcción no ha salido indemne. Al igual que en la gran mayoría de sectores, el sector de la construcción en España se recuperará más tarde que en el resto de Europa. Esto causa un gran perjuicio a las constructoras españolas, que parten con una gran desventaja debido a la actual debilidad del mercado doméstico.
El sector de la construcción en 2021
El sector de la construcción es un sector muy amplio, y para tratarlo, es mejor separarlo en función de la finalidad de la propia construcción. Nosotros lo dividiremos entre construcción residencial y construcción de infraestructuras:
Construcción residencial
Todavía no es fácil acertar el pronóstico con la caída del sector en este 2021, pero las previsiones no son muy halagüeñas. Hay algunos datos que tenemos que tener en cuenta. La construcción ya no es lo que era en nuestro país. Antes de la crisis de 2008, el sector de la construcción representaba el 12% del PIB español. Actualmente, solo representa el 5,5%. A esto, hay que añadirle que el sector en 2019 estaba creciendo entre un 5% y un 6%. Actualmente, se estima que este año habrá una bajada de la actividad del 15%, debido a la paralización de una gran cantidad de obras por la COVID-19 y el Estado de Alarma. Las restricciones del Estado de Alarma obligaron a la paralización de cualquier actividad no esencial, viéndose la construcción afectada por este.
Sin embargo, hay un factor para la esperanza. Debido a la concentración de la población española en los núcleos urbanos, en muchas ciudades se está acabando el espacio para construir vivienda nueva. Madrid, Barcelona o San Sebastián son ejemplos de ciudades donde la construcción de vivienda nueva es muy escasa. Aunque este motivo no dé una perspectiva muy prometedora para este sector, en realidad este asunto es clave. Al no haber mucha construcción de vivienda nueva, los proyectos iniciados no corren riesgo de cancelación. Por este motivo, se espera que las obras retrasadas provoquen un efecto rebote al terminarse en 2021 o 2022.
Otro motivo para la esperanza en la construcción de vivienda es el posible cambio mayoritario al teletrabajo. Muchas personas que han estado confinadas en edificios antiguos en los centros de las ciudades pueden haber visto que les compensaría tener una casa de una mayor amplitud. Un «boom» en la demanda de vivienda en la periferia de las ciudades y en ciudades satélite no es para nada descartable. El teletrabajo también podría causar la construcción de vivienda fuera de las grandes ciudades.
Construcción de edificios de oficinas
Por otra parte, la construcción de edificios de oficinas puede sufrir una fuerte caída debido a la posible implantación masiva del teletrabajo. La pandemia ha obligado a adaptarse al teletrabajo de forma inmediata, y se ha descubierto que una gran cantidad de trabajos se pueden realizar desde casa. Aparte, en España el número de edificios de oficinas es bastante alto, por lo que hay una probabilidad alta de que no haya mucha demanda.
Construcción de infraestructuras e ingeniería civil
La construcción de infraestructuras y obras de ingeniería civil se encuentra en mayores problemas. Con la crisis generada por la pandemia y la falta de liquidez de los gobiernos, puede haber algunas cancelaciones. Muchos gobiernos priorizarán otro tipo de gastos y retomarán estas construcciones cuando la situación mejore. Otro de los factores que también está perjudicando a este sector es el menor desarrollo que tenía en comparación con la construcción residencial. La anterior crisis obligó a un recorte drástico de estas obras y la pandemia ha llegado cuando se estaba comenzando a recuperar la obra civil.
Sin embargo, hay un hilo de esperanza. La Unión Europea ha sido generosa en el reparto de fondos, y la posibilidad de destinar una parte de ellos a infraestructura nueva es un poco esperanzadora. Estas infraestructuras pueden formar parte de una política de gasto expansiva para recuperar la actividad económica previa a la pandemia. Aun así, en el corto plazo las perspectivas no son muy esperanzadoras.
La rehabilitación y reurbanización de viviendas
A diferencia de la construcción, la rehabilitación y reurbanización de viviendas tiene un futuro mucho más esperanzador. El gobierno y las constructoras creen que el sector puede ayudar a superar la crisis. Se ha diseñado un plan estatal de 2000 millones para la rehabilitación de viviendas, y en caso de que no fuese posible, su reurbanización. La colaboración público-privada será fundamental para conseguir que se rehabiliten las viviendas que estén en mal estado.
En España hay mucha vivienda antigua que sufre problemas como la aluminosis, grietas, humedades o termitas. Junto a un ineficaz y anticuado sistema de calefacción, ya que todavía hay una gran cantidad de viviendas con calefacciones de carbón. Las calefacciones de carbón, junto a los coches, son los mayores responsables de la contaminación de las ciudades.
A pesar del impacto de la pandemia, este sector no tiene una mala perspectiva en el corto plazo si se llevan a cabo exitosamente los planes anunciados.
Creemos que el sector de la construcción, rehabilitación y reurbanización de viviendas va a hacer frente a numerosas complicaciones en el corto plazo. Aun así, si se diseñan los planes adecuados, irán remontando poco a poco y pueden ser puntales en la recuperación económica.
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