Los Equipos de Protección Individual o EPIs, son los recursos necesarios que existen para evitar el accidente y/o la enfermedad profesional, y son absolutamente obligatorios cuando así se difiera de la evaluación de riesgos laborales.
A menudo trae problemas su utilización, ya que al no ser protecciones colectivas, dependen del trabajador, esto es, es el trabajador el que se lo ha de poner directamente (y no quitar cuando sea necesario hacer uso del mismo). Por lo que a veces por falta de entrega del EPI por parte de la empresa, a veces por falta de formación sobre cómo y cuándo utilizarlos, y a veces, simplemente por desidia al utilizarlos… nos encontramos con accidentes de diversa gravedad, desde leves a mortales.
Para evitar este tipo de situaciones, existe una amplia línea de equipos de protección individual (EPIs) según el tipo de trabajo realizado y los riesgos derivados de su exposición.
Las empresas están obligadas por ley a proveer equipos de protección individual a sus trabajadores. Además, a partir del pasado 21 de abril, entró en vigor el nuevo reglamento de EPIs a nivel europeo. Dicho nuevo reglamento europeo, es de aplicación para todos los equipos, con excepción de aquellos que hayan sido diseñados específicamente para ser utilizados por las fuerzas armadas o fuerzas de orden público, fines de autodefensa, uso privado frente a condiciones atmosféricas, en buques marítimos o aeronaves sujetos a tratados internacionales y aquellos destinados a protección de la cabeza, cara y ojos.
Para resumir los EPIs disponibles, vengo a realizar la siguiente clasificación por categorías de los EPIs empleados por los trabajadores:
• CABEZA. Equipos de protección para la cabeza; Son los equipos de protección más conocidos en obras de construcción, actividades en andamios, montaje e instalación, trabajos con riesgo a caída de objetos a distinta altura… los cascos de seguridad no pueden faltar, dentro de esta categoría se pueden encontrar diferentes modelos de casco (casco con pantalla para la protección en soldadura, cascos para trabajos en altura, …) o gorras de protección especiales frente a radiaciones UV.
• CARA Y OJOS. Equipos de protección ojos y cara; La protección ocular engloba diversos mecanismos de protección como gafas y pantallas de protección frente a riesgos mecánicos (partículas de soldadura, impacto de restos de materiales), de radiación (radiaciones UV o láser), riesgos químicos (disolventes, ácidos…), etc.
• OÍDO. Equipos de protección para el oído; los equipos de protección auditiva van desde tapones para el oído, cascos u orejeras, debido a la importancia de un buen cuidado de esta parte tan necesaria en nuestro trabajo. Todos los protectores auditivos deben cumplir con los valores límite de exposición establecidos por el Reglamento (UE) 2016/425.
• NARIZ Y BOCA. Equipos de protección respiratorios; Equipos filtrantes como máscaras, mascarillas y boquillas de protección de gases y partículas de abrasivos industriales, limpiadores, asfaltado, pinturas, o cualquier tipo de producto químico que pueda inhalarse por las vías respiratorias, sin olvidarnos de los agentes bilógicos que precisan de estos equipos de protección individual. Los sistemas respiratorios portátiles o autónomos como tubos de aire comprimido o puro permiten disponer de una fuente de aire limpia en aquellas circunstancias en las que hay una gran cantidad de contaminantes en el aire.
• ABDOMEN Y TRONCO. Dentro de las protecciones del tronco encontramos los chalecos, chaquetas, mandiles de protección de rayos X, cinturones de sujeción o fajas. Las protecciones para manos y brazos están los guantes, manoplas, manguitos, etc.
• PIERNAS Y PIES. En los trabajos con riesgos de exposición mecánicos, eléctricos, químicos o térmicos, los trabajadores deberán emplear equipos de protección para pies y piernas, como calzado aislante de la electricidad, suelas aislantes del frío o calor, protector del metatarso, plantillas resistentes a la perforación, rodilleras o empeines resistentes al corte, entre otros.
• MANOS. Diferentes tipos de guantes, en diferentes grados y material, dependiendo del trabajo y contacto que vayan a desarrollar.
• CAÍDA EN ALTURA. Los arnés deben de ser con anclaje dorsal y frontal, deben ser según normativa EN361 (Anticaida) y EN358 (sujeción), elegir el arnés adecuado para cada situación de trabajo en altura es fundamental. Estos son los tipos de arnés contemplados por las distintas normas:
Cinturón de sujeción/retención EN 358
Dispositivo de prensión del cuerpo que rodea el cuerpo por la cintura.
Estos equipos tienen una doble función:
• Evitar que el usuario alcance una zona que presente un riesgo de caída. Esto se consigue limitando la longitud del elemento de conexión.
• Mantener al usuario posicionado en el punto de operación. Un ejemplo sería trabajar sobre un tejado inclinado o una estructura metálica tipo torre de telecomunicaciones.
Por supuesto, estos equipos no han sido diseñados para detener una caída sino para prevenirla, es decir, ofrecen una adecuada protección contra caídas dentro de sistemas de retención y/o sujeción, pero nunca dentro de sistemas anticaídas (sistemas de detención de caídas).
Y si bien es posible utilizarlos por sí solos, —aceptable desde un punto de vista técnico y normativo, pero no recomendable— lo más habitual es que se integren en un arnés anticaídas conformando así un equipo más versátil: el cinturón se utiliza para posicionarse y el arnés proporciona un sistema anticaídas.
Arnés de asiento EN 813
Se trata de uno de los componentes de un sistema de retención/sujeción. Estos sistemas tienen como función, por un lado, permitir al usuario conectar los equipos que necesite para acceder en descenso y ascenso al lugar de trabajo y, por otro, sujetarle durante la realización del trabajo.
Están formados por un cinturón con enganche ventral y dos perneras permitiendo que una persona consciente se pueda mantener sentada si está suspendida de ese anclaje ventral. Este tipo de arnés no está diseñado para detener una caída, pero sí puede formar parte de un arnés anticaídas si lleva incorporados tirantes con elementos de enganche anticaídas con norma EN 361.
Arnés anticaídas – EN 361
El arnés anticaídas es con toda probabilidad el dispositivo de prensión del cuerpo más utilizado y, en consecuencia, el que registra mayores incidencias y dudas en cuanto a su uso.
Su función no es otra que la de detener una caída —que no impedirla mediante retención/sujeción, ojo—.
Puntos de enganche
Un arnés anticaídas fabricado según norma EN 361 debe obligatoriamente incorporar un punto de enganche metálico o textil que puede estar situado en la parte delantera del cuerpo, a la altura del esternón (anilla esternal), en la zona dorsal (anilla dorsal) o bien en uno o en ambos tirantes (anillas laterales).
Estos elementos de enganche, destinados a conectar un subsistema de conexión anticaídas exclusivamente(tambor retráctil, equipo de marre con absorbedor o anticaídas deslizante sobre línea vertical rígida/flexible), deben estar marcados con una “A” y tener una resistencia de al menos 15 KN.
Algunos diseños de anclaje esternal requieren unir dos elementos (anillas o bagas de cinta) para formar un único punto de enganche. En este caso, los fabricantes lo suelen marcar con la indicación “A/2” en cada una de las anilla o bagas para indicar que no constituyen por sí solas un punto de enganche suficiente.
Si optamos por la conexión dorsal y utilizamos un arnés de doble enganche esternal debemos obligatoriamente unir ambas anillas con un mosquetón para evitar que el arnés pueda abrirse durante una hipotética caída.
Un error muy común consiste en conectar el subsistema de conexión anticaídas (elemento de amarre, retráctil, etc.) a este mosquetón, creando así una cadena de conectores que debe ser evitada siempre que sea posible para evitar posibles palancas (especialmente si la diferencia de tamaño entre ellos es grande) y cargas triaxiales.
Tanto la anilla dorsal como la esternal son perfectamente seguras, aunque siempre habrá defensores y detractores de ambas. Personalmente, en la mayoría de los casos prefiero utilizar el enganche esternal por varios motivos:
• Puedo comprobar en todo momento que el mosquetón esté bien cerrado (algo crítico si utilizamos mosquetones no automáticos).
• Si utilizamos líneas de vida verticales, dada la longitud de la conexión del dispositivo deslizante no tendremos más opción que conectarnos a la anilla esternal.
• Finalmente, en caso de accidente, la posición “post-caída” es bastante cómoda.
Por último destacar que estos puntos de enganche tienen la particularidad de estar ubicados ligeramente por encima del centro de gravedad del cuerpo para evitar el volteo del trabajador en caso de caída y favorecer una posición “post-caída” relativamente vertical, ambos requisitos obligatorios establecidos por la Directiva (EPI) 686/89/CEE.
Arnés integral – EN 358 – 361 – 813
Este tipo de arnés es en realidad la unión de los tres dispositivos relacionados más arriba en un único equipo: cinturón de sujeción/retención + arnés de asiento + arnés anticaídas. Es el equipo más adecuado para realizar trabajos que requieran el uso de técnicas de acceso mediante cuerdas (trabajos verticales).
La mayoría de los modelos incorporan un mínimo de cinco puntos de enganche, lo que puede causar confusión respecto a su correcta utilización: una anilla ventral (EN 813/358), dos anillas laterales (EN 358), una anilla esternal y otra dorsal (ambas EN 361).
La utilización de las diferentes anillas sigue un patrón de uso perfectamente lógico que puede resumirse de la siguiente manera: los puntos de enganche situados por debajo del centro de gravedad del cuerpo (es decir en el cinturón del equipo) se usarán para conectar equipos de posicionamiento (no destinados a detener caídas), mientras que las anillas situadas por encima del centro de gravedad se utilizarán para conectar equipos anticaídas, es decir, destinados a detener caídas.
Algunos de los equipos que pueden conectarse en las anillas de posicionamiento son, por ejemplo, un equipo de amarre sin absorbedor, un descensor para trabajos verticales, o un equipo de amarre regulable.
En cuanto a los equipos compatibles con las anillas anticaídas (recuerda, aquellas marcadas con la letra “A”) son únicamente 3: todos aquellos bajo norma EN 360, EN 355 y EN 353.1/2, o lo que es lo mismo, dispositivos retráctiles, equipos de amarre con absorbedor de energía, y dispositivos deslizante sobre líneas de anclaje verticales rígidas flexibles (líneas de vida verticales) respectivamente.
Lazos / arneses de salvamento EN 1497 / EN1498
Como su nombre indica, este tipo de dispositivos sólo deben utilizarse en labores de salvamento o rescate. A diferencia del resto de dispositivos de prensión del cuerpo, el arnés de salvamento no lleva marcado CE al encontrarse fuera del ámbito de aplicación de la directiva 686/89/CEE (EPI).
CUADRO RESUMEN
Equipo |
Sistema de protección | Tipo de protección | Equipos compatibles |
Cinturón de sujeción/retención | Sujeción/retención | Prevención | EN 354, EN 358 |
Arnés de asiento | Sujeción/retención/acceso mediante cuerda* | Prevención | EN 354, EN 358, EN 12841C |
Arnés anticaídas | Anticaídas | Detención | EN 360, EN 355, EN 353.1/2 |
Arnés integral | Sujeción/retención/acceso mediante cuerda, anticaídas | Prevención/detención | EN 354, EN 358, EN 12841 A/B/C, EN 360, EN 355, EN 353.1/2 |
Lazo/arnés de salvamento | Rescate | Prevención | N/A |